Las Ruinas Romanas da Luz y el Sitio Arqueológico do Molião son dos de los lugares de visita obligada en la zona
El Algarve es mucho más que sol y playa, y en esta época del año se pone de manifiesto. Lagos, por ejemplo, además de sus envidiables calas y lugares paradisíacos, cuenta con un gran patrimonio arqueológico que merece la pena conocer. Un ejemplo de ello son las Ruinas Romanas da Luz.
Situadas en la avenida de Vila da Luz, las ruinas romanas descubiertas a finales del siglo XIX por el arqueólogo Estácio da Veiga nos dan una idea de los edificios que allí habrían existido: un balneario romano con varias dependencias y con pavimento de mosaicos y un complejo industrial constituido por tanques de salazón de pescado.
Fragmentos de ánforas, materiales de construcción, frisos de mármol, monedas, entre otros, forman parte del patrimonio de esta herencia romana cuya construcción se remonta a los siglos II o III, habiendo sufrido cambios y ampliación a finales del s. III, inicios del IV d.C.
El Sitio Arqueológico do Molião es otro de los lugares que se conservan sobre lo que fuera en otro tiempo la zona de Lagos. Se trata de un poblado fortificado ubicado sobre una colina destacada, dominando el estuario de la Ribeira de Bensafrim. Las estructuras excavadas en el Monte Molião atestiguan su ocupación desde la 2ª Edad del Hierro (de finales del siglo IV a.C. a finales del siglo III a.C.) hasta la época romana imperial.
Esta ocupación ha sido frecuentemente identificada con Lacobriga, importante pueblo mencionado por los geógrafos de la Antigüedad y cuyo cerco constituye un destacado episodio de las Guerras de Sertório.
El lugar parece haber sido progresivamente abandonado en favor de otra población, situada en la orilla opuesta de la ribera, en el lugar de la actual ciudad de Lagos, que a la población antigua debe el nombre.
Si aún no los conoces, esta es una oportunidad para disfrutar de unos días en el Algarve y disfrutar de su amplio patrimonio arqueológico.
