La Playa de Murração es un paraje casi paradisíaco, ubicada entre acantilados de Vila do Bispo y poco frecuentada.
Llamada la «joya vicentina», la Playa de Murração (Vila do Bispo) es una playa de gran belleza con valores naturales intactos, dado que es poco frecuentada.
Es, por lo tanto, una de las pocas playas en las que la vegetación dunar se extiende hasta la línea de la marea, combinándose el verde del paisaje con el azul marino.
Al norte, el acantilado es modesto, está revestido con matorrales endémicos de enebro y delimita un pequeño riachuelo que desemboca en el arenal.
Al sur, el acantilado, de esquisto negro y con numerosas vetas rojizas y anaranjadas, se eleva y se impone en el paisaje.
En la cima lejana del acantilado pueden también observarse rocas carbonatadas, recortadas y de tonos más claros, así como tranquilas ovejas pastando al borde del abismo.
En el extremo sur de la playa, la pared esquistosa aparece excavada por una pequeña y límpida línea de agua, que corre en cascada hacia la playa.
Por todo el arenal se pueden encontrar rocas de formas y tonalidades curiosas, vestigios de antiguos desmoronamientos.
Con la pleamar, el arenal se vuelve estrecho y existe la posibilidad de derrumbe de piedras, por lo que se debe prestar atención a la franja que hay junto al acantilado.
También es necesario tener cuidado de no pisotear la vegetación dunar, contribuyendo así a la preservación de la duna.
Acceso a la Playa de Murração
Acceso por carretera desde la EN 120, al norte de Vila do Bispo, junto al Parque Eólico.
El camino, no señalizado, es de tierra y piedra suelta a lo largo de 6 km, difícil y con trozos de mayor declive, solamente recomendado a vehículos todoterreno.
Estacionamiento no ordenado y pequeño, sin instalaciones ni vigilancia.
Orientación: Noroeste.
