La playa de Barriga, en Vila do Bispo, surge después de una curva cerrada de la carretera, en el tramo final de un valle largo y muy verde.
Se empieza viendo praderas naturales, tanto en la desembocadura del pequeño riachuelo como en las dunas bajas que lo circundan, y después un amplio arenal protegido por inmensos acantilados negros.
En los acantilados la vegetación es baja y resistente al salitre y a los fuertes vientos, sustituyendo a los pinares jóvenes que bordean el hermoso camino hasta la playa.
Ésta es una playa tranquila, con interesantes rincones originados por el recorte de los acantilados.
Caminando hacia el sur, durante la bajamar se puede alcanzar la playa de Castelejo, pasando por Cordoama, y observar las paredes rocosas, con sus láminas superpuestas, muy dobladas y deformadas, testigos de las increíbles fuerzas a las que estas rocas han sido sometidas.
Acceso por carretera asfaltada a partir de Vila do Bispo (Mercado Municipal), en dirección a las playas.
Después del desvío hacia la playa de Castelejo, el camino es de tierra batida y no está señalizado, siendo necesario seguir siempre hacia el norte a lo largo de unos 8 km.
Estacionamiento no ordenado y pequeño, sin instalaciones ni vigilancia.
Orientación: Noroeste