Por senderos y caminos, al encuentro del paraíso
El Algarve es uno de esos lugares donde nadie queda indiferente a las tradiciones de la gente, a la exuberancia de los lugares y a la diversidad de paisajes. Para descubrir este santuario natural, con incursiones musulmanas en su historia, nada mejor que pasear por sus caminos.
El viaje puede comenzar junto a la franja costera, donde el mar se une a los hábitos de la pesca secular, y terminan en el Barrocal o en el interior algarvío.
Implícito estará siempre el legado etnográfico de las gentes, que puede ser interpretado en un paseo sugerente a pie, a caballo, en bicicleta o en jeep.
En este último caso, hay safaris que recorren las sierras algarvías, a través de hermosos paisajes, en paseos que incluyen catas de la gastronomía regional cocinada de forma tradicional, y siempre apetitosa.
De forma más tranquila, pero no carente de emociones, los paseos en bicicleta o las marchas pedestres, que se organizan en el bosque de Monchique o en la pendiente de la sierra de Caldeirão, hacen posible el descubrimiento de otro Algarve, apacible, bucólico, donde se pueden compartir momentos únicos con la naturaleza.
La hípica es otro deporte practicado en el Algarve durante todo el año y en diferentes lugares, por lo que los más experimentados pueden optar por esta vía para explorar los lugares más remotos de las montañas.
Con una excepcional ubicación, las condiciones naturales privilegiadas y un clima suave todo el año, el sur de Portugal es hoy un paraíso para los amantes de los desafíos de la caza deportiva…
El Algarve, una tierra de contrastes y paisajes encantadores, es el lugar ideal para practicar la orientación…
Aventura en el Algarve profundo
Safari es sinónimo de aventura, cuando se trata de explorar las sierras algarvías y sus magníficos paisajes, con paradas para degustar las delicias de la gastronomía regional y conocer de cerca las tradiciones locales.
A la primera oportunidad, la caravana de vehículos todoterreno deja el asfalto y entra por caminos transitados sólo por los lugareños y el guía siempre aprovecha las paradas para dar a conocer a los visitantes las particularidades del lugar.
Aquí y allá, surgen las blancas aldeas, situadas en los valles y laderas de la sierra, un pretexto para conocer a los artesanos, sus técnicas de trabajo y admirar una gran variedad de artículos únicos, útiles y decorativos.
Particularmente sabrosas son las catas de mermeladas artesanales elaboradas con métodos tradicionales y productos de cultivo biológico y, al visitar las destilas, donde se fabrica el aguardiente de madroño, saboree el água da vida, un producto típico de la sierra.
El ciclo del corcho, por entre los imponentes alcornoques, es otro de los circuitos de los safaris, que le permitirá disfrutar de los impresionantes paisajes y tareas ancestrales, como el descasque del alcornoque.
El viaje nunca termina sin las vigorizantes comidas de la gastronomía regional, donde se combinan los embutidos y platos perfumados por hierbas aromáticas.
