La 14 edición de la Muestra de Dulces de Convento de Lagoa se ha celebrado con gran éxito entre el 21 y el 24 de julio.
Entre el 21 y el 24 de julio tuvo lugar la 14 edición de la Muestra de Dulces de Convento de Lagoa, evento muy apreciado y donde se venden dulces de convento de gran calidad, un concepto que está íntimamente relacionado con el uso del azúcar en las cocinas de los monasterios portugueses a partir de finales del siglo XVI.
La ceremonia de inauguración se celebró con un tono informal y de convivencia, iniciada por el alcalde, Francisco Martins, acompañado por el presidente de Turismo del Algarve, Desidério Silves, el presidente de la Asamblea Municipal Aguas da Cruz y de todo el ejecutivo del Ayuntamiento, que disfrutaron del evento con atención, parando en los diferentes puntos, conversando y apreciando la calidad de los sabores de algunos de los productos expuestos.
Como viene siendo habitual, miles de visitantes pudieron disfrutar diariamente del espacio interior y exterior, de conciertos al aire libre, exposiciones en todas las alas del convento y tener el privilegio de saborear y comprar todo tipo de dulces, mermeladas, miel, frutos secos caramelizados, vinos del Algarve, tés, ginjinha, chocolate y tantos otros productos de fabricación regional, además de los dulces que han hecho historia en la vida de las personas, como es el caso de ‘Dom Rodrigo’, que se cree que fue inventado precisamente por las monjas que vivían en el convento, hace más de 250 años.
Este año, la Muestra de Dulces de Convento de Lagoa contó con la presencia de las monjas de la Orden de Cister, lo que fue muy apreciado y le dio un toque de autenticidad y curiosidad al evento, mientras que jóvenes vestidos de rigor desempeñaron los papeles de monjas y monjes como siempre.
La Muestra de Dulces de Convento comenzó hace 14 años, cuando el Ayuntamiento de Lagoa puso en marcha este evento dentro de su programa de actividades culturales, y se realiza en los claustros del Convento de San José, en un ambiente que hace al visitante viajar años atrás y muestra la sabiduría de las monjas en la confección de dulces de todo tipo, con apenas azúcar, huevos y harina.
Como siempre se dice que los dulces deben ir acompañados por una bebida, normalmente un licor, la producción casera de licor sigue siendo un secreto bien guardado. Y, en definitiva, otra de las cosas que nos ofrece cada año este evento es la transformación de un maravilloso convento en un espacio a visitar.
