La XV Feria Medieval se desarrolla del 10 al 19 de agosto
Durante la XV Feria Medieval de Silves, el tema principal será la primera toma de la ciudad por los cristianos, en 1189.
A lo largo de los 10 días del evento, que transcurre del 10 al 19 de agosto, este relevante episodio de la historia asume un particular interés en cuanto al cerco de la ciudad, que antecedió a la conquista y que tuvo una duración de 45 días. Este hecho fue íntimamente relatado bajo la forma de diario por uno de los cruzados que tomó parte. Tal circunstancia permite tener una noción muy completa de este evento, con la distancia a la que obliga el sentido crítico y la cuidadosa lectura de otras fuentes que se asumen como contradictorias. El cruzado, que no firma el documento, es conocido como ‘Cruzado Anónimo’ y su escrito, encontrado en una biblioteca de la ciudad italiana de Turín, fue publicado por primera vez en 1844 y tiene por título ‘Relación de la Derrota Naval, Hazañas y Sucesos de los Cruzados que partieron a la Tierra Santa en el año de 1189’.
En 1189, la ciudad estaba dominada por los Almóadas, tribu bereber que se organiza a partir de Marruecos, con el objetivo de unificar el Imperio musulmán, algo fragmentado, tras un intento reunificador perpetrado con fracaso por los Almorávidas.
Al frente de la ciudad está Abu Becre Ibn Wazir, a quien los cruzados llamaban Albainus. Aparentemente, este Ibn Wazir era hijo de Mahomed Ibn Wazir, señor de Évora, que también gobernó Beja, Silves y Badajoz. En una primera fase partidista de Ibn Qasí, que dominó el reino de Silves durante la primera mitad del siglo XII, se convirtió en su opositor y, tras su muerte, en 1151, dirigió la ciudad hasta que los almorávidas lo destronaron, en 1157. Su hijo, también conocido como Abu Becre Ibn Wazir Al-Xelbi es uno de los personajes más importantes del cerco de 1189. Guerrero bien entrenado, hombre fuerte y persistente, resiste heroicamente durante un largo período de tiempo, a un ejército compuesto por más de 70 embarcaciones y un número incontable de caballeros.
Por otro lado está D. Sancho I, el rey cristiano que aprovecha el paso de la tercera cruzada de Oriente, encabezada por Federico Barbarroja y Enrique II, para intentar la conquista de Silves, lo que equivaldría al dominio de todo el mundo Gharb.
Los cristianos pasan los fosos y la muralla del arrabal, tomando la ciudad baja el primer día, pero la inexpugnabilidad de las murallas de la almedina permiten una larga resistencia y, sólo el derrumbe de Couraça, que protegía el canal de acceso al agua y la consecuente imposibilidad de abastecimiento, provoca la rendición de los musulmanes.
Ibn Wazir sigue hacia el exilio en Sevilla, volviendo a destacarse aún durante el dominio Almóada, pues es uno de los guerreros que integra el ejército de Yacub al-Mansur cuando, en 1191, éste devuelve a los musulmanes el dominio de la ciudad
